jueves, 29 de marzo de 2007

Brasilia y vuelta a casa




Los siguientes son segmentos rescatados escritos entre el 9 al 15 de marzo, cuando volvi a cba, abarcan visita a Brasilia, misiones, entre rios y regreso a casa (son parte de un momento y muchas veces de un conocimiento superficial de las situaciones):

“De un sueño moderno surgió esta ciudad. Hoy la noche por sus calles son desoladoras: Los bloques de viviendas, en las supermanzanas, pintados en aerosol en una búsqueda expresiva que ninguno de los maestros se hubiera podido imaginar (ni los racionalistas ni los expresionistas). Su tesis estaba equivocada, esta ciudad no se puede caminar, su noche no tiene vida… quien sabe el resto de las noches. La oscuridad, el aerosol fosforescente, nadie… no hay ciudad. Realmente Brasilia es una utopía. La música tecno del transporte ilegal, desarraigo, lugar de desencuentro.”
“Ahora escribo desde la ferrorodoviaria, sentado con los vagabundos, los solitarios, los que no tenemos para el hotel. Me acaban de repartir chocolate caliente y galletitas como a uno más. Pensar que hace menos de mediodía me encontraba esperando un vuelo de 600 mangos para esquivar el amazonas. Doble careta tuve hoy, un miserable de lo que fui… pasar desapercibido entre turistas o empresarios como entre los crotos de la capital del pequeño Brasil. Demás esta decir con quien estoy mas cómodo.”
“La ciudad de Brasilia tiene sus buenos y malos momentos, ¿Cómo distinguirlos?: Llegar a la rodoviaria, la Terminal del centro, recién pasada las seis y tomar “o café da manha”, mezclarse entre las hormigas que empiezan a surgir debajo de la autopista. Caminar en un eje monumental desolado es otro momento único, sábado, todo parece para mi y todo merece foto. Enfrentarse con su dualidad de sectores blancos, limpios, grandes explanadas, pero también los sin techos aprovechando tanta monumentalidad para dormir bajo algo, solo para eso les sirve… o los mercados espontáneos, junto a la rodoviaria y los grandes shopings al mirar hacia arriba.”
Bruno de la ciudad Goiania me acompaño esa noche, compartiendo historias de sus garotas y de mi viaje, de porque el abandona Brasilia, donde estan las mas lindas mulheres… me hubiera gustado preguntarle porque no suelta esa botella y si todas las noches vuelve a abandonar a brasilia.
Pero si hay ciudad, se manifiesta de manera distinta a las nuestras.
Si hubo ciudad en la ferrorodoviaria…por ejemplo.

Escritos recorriendo Brasilia:
“El espacio Oscar Niemeyer esta destruido, pequeña ironía.”
“La plaza de los tres poderes parecía mía solita. Abajo, alejándose, un parque, no era mío, estaba usurpado. No quiero esta plaza, ni la merezco, nadie se merece tal soledad.”
“Sobre el eje monumental cualquier mirada es una maldita postal. Esta arquitectura se luce, es hermosa. Bajo sus pies despiertan la gente y niños de la calle… ¿ y cuanto vale un mármol de su catedral? Algún ayuno saciara seguro.”
“El acero de la santa catedral cruje, se estira, todo hace pensar que se mueve o acaso se esta despabilando tras la noche. Sus lineas y el reflejo del agua manifiesta el movimiento. Se accede por subsuelo oscuro, para luego toparse con luz y color.”
“Entre las autopistas el espacio es descomunal, monumental, pero la gente recurrió al caminito de hormiga, dejando ver la tierra roja que hay debajo de la ciudad.”
“Encontré la escala humana entre algunos ministerios: banquitos, árboles, arbustos, un sendero curvo…”

Haciendo dedo en puerto iguazu:“Siempre hay un ángel de turno cuando parecemos estar solos: pero no con alas, plumas e intocables, estos son de carne y hueso, frágiles, dubitativos pero reales. Hoy apareció en una bici, casi no llegando al asiento y le ofrecí mate.”

“El martes 13 la Terminal de posadas fue mi hotel, al otro día fui a la vieja estación de trenes, donde esta también la municipalidad y la policía, todo muy pueblo, el encargado de dirección de ingeniería vial dibujando en una mesa a la sombra sobre la vereda, el ruido a tractor, la calle baldeada… estoy en casa.”
“La ultima parada antes de Córdoba, fue el pueblo de San Salvador, Entre Ríos, de gente amable y conversadora. El viaje me dejo lleno, exhausto y fuerte al mismo tiempo. Flaco, pero con una voluntad y sueños enormes.”
“Todo funciono: El ángel de la guarda de la ziqui, el rosario de la ma, los “buenas suertes” y “cuídate”, la virgen de lima de la flor, la olla de la abuela, la amistad, escribir, los arreguez (los ángeles son bichitos habituales), las caras nuevas, el calor y el frío, los hoteles y los bancos en las terminales, las promesas (de plumas y flores), los mails, el cansancio y los momentos de pereza… todo para que estemos con Onky en casa, en alguna de nuestras casas”.

Cartagena, Venezuela y el regreso...



Cartagena…

Cartagena de Indias, la perla del caribe, nos recibió majestuosa, con sus altas y bellas murallas que encierran más de lo que uno piensa. Historia de más de 500 años yace allí custodiada por murallas tercas y cañones oxidados que no dejan de mirar ese bello mar en el que hoy ya no hay piratas al acecho, pero nunca se sabe cuando pueden volver…

Caminar por esas estrechas callecitas de empedrado bajo la sombra de elegantes balcones coloniales, de los que cuelgan racimos de flores de todos colores que pretenden llegar al piso, es una sensación difícil de explicar. De fondo se escucha como rompen las pequeñas olas del calido y transparente mar caribe, los turistas compran frutas y artesanías, y, desde donde hace 500 años se asomaban fusiles, hoy se sientan las parejas enamoradas a compartir el sabor de sus labios.

Bocagrande es un de las playas mas concurridas, arena fina y palmeras cargadas de cocos nos recibieron antes de meternos al mar. Bellas morenas ofrecen masajes al que rechace con mucha pena por falta de cash.

Luego de varias averiguaciones partimos hacia “Baru”, una isla paradisíaca que forma parte de un conjunto de islas llamadas “Islas del Rosario”. El tur es bastante caro entonces salimos por nuestra cuenta, tomamos 2 colectivitos que nos dejaron en el puerto, donde una pequeña balsa nos cruzo hasta la isla luego de un pequeño percance donde casi nos caemos al mar con todas nuestras mochilas.

Al llegar a Baru no pensamos que tendríamos que caminar tantos km para llegar a Playas Blancas, paradisíacas playas de coral, palmeras y por supuesto, arena blanca. Caminamos durante 3 hs bajo un tremendo sol para recorrer 16 km y llegar completamente exhaustos. No hace falta decir que semejante esfuerzo valió la pena, al ver tan bello paisaje solté todas las cosas y me metí al mar…un mar de película.

Cuatro días estuvimos en esa isla, donde comimos ostras, mucho pescado, y tomamos coco loco, bebida con ron, para cumplir así con el sueño de estar en una paradisíaca isla del caribe. Un aldeano que vendía artesanías me dijo, “acá somos ricos sin dinero, tenemos el mar que nos da todo, tenemos paz, ese preciado tesoro que vienen a buscar los turistas por unos días, para luego volver a su estresante mundo con el fin de hacer dinero para poder venir acá”.

Venezuela…

Maracaibo nos recibió con un calor infernal, el termómetro superaba los 40 ºc, la feria estaba plagada de gente, los precios por las nubes, mucha pobreza y pintadas chavistas que prometen igualdad, mientras desde la cima de los edificios las publicidades norteamericanas tapan el cielo.

Un solo día nos basto y escapamos, literalmente, hacia Caracas, donde el panorama no solo que no mejoro sino que empeoro. Abundaban los militares en las calles, que con muy mal trato revisan tus documentos y equipaje, yo me pregunto ¿donde esta esa alegría que caracteriza a los venezolanos?, ¿me confundí de país?...

En fin, estuve 2 días caminando entre altos edificios, codeándome con militares y la desigualdad social, entre pobres muy pobres y ricos muy ricos. Son 7 los años que Chavez lleva en el poder y parece que nada a cambiado, el petróleo se regala, con 2 pesos uno llena el tanque, pero el trasporte cuesta el doble que en Argentina. Comer un plato de fideos en un puestito cuesta 15 pesos y comprar el paquete de fideos en el súper cuesta 8 pesos.

Desde Maracaibo estamos viajando con una chica de Suiza, Tania, la cual no tuvo mejor impresión que nosotros.

Partimos en colectivo hacia la frontera con Brasil, un viaje de casi 2 días, con un paisaje cambiante con ríos y montes verdes, hasta zonas áridas y desoladas. Venezuela es un bello país, al cual no le pudimos sacar todo el jugo que queríamos, del cual, estoy seguro, nos llevamos una superficial impresión, más negativa que positiva, y al cual espero volver algún día para encontrarme con menos pobreza y mas sonrisas.

Brasil…

El dinero se estaba acabando y un rápido cálculo nos informo que no podríamos bordear este país por sus costas. Decidimos tomas el camino mas corto y rápido, con el fin de llegar a casa antes el 13 de marzo para terminar de tramitar mi titulo y el Luciano comenzar las clases. Así fue como decidimos viajar hasta Manaus y tomar desde allí un avión hasta Brasilia, para viajar en colectivo hasta Córdoba, concluyendo así 3 meses de viaje, donde me encontré con muchas sensaciones, personajes, historias de vida, realidades y fantasías, que dejaron en mí una sola premisa… VOLVER.

domingo, 4 de marzo de 2007

Bogotà







El sábado 24, tempranito, estábamos en la Terminal de la capital colombiana, bogota. Un muchacho de Bahía Blanca fue nuestro compañero hasta el centro, estaba haciendo el recorrido inverso por Latinoamérica.
Encontramos alojamiento barato, 5000 pesos, (2.2 dólares) a cada uno: “casa de la montaña”, atendido por un chileno, y repleto de malabaristas y artistas. Nuestro compañero de bahía blanca salio medio espantado.
La tesis de muchos de los que vivian allí, es vivir el instante, al día… encuentran gérmenes de arte en cualquier pedacito de calle, explotan en colores, sonidos y movimiento como un grito desesperado de ciudad y libertad. Postura desafiante y desnuda ante la vida. Hay quienes encuentran magia, momentos o cosas sagradas en cosas habituales que pasamos de largo, uno de ellos, músico y acróbata sobre telas, decreto que el mate es algo mágico de lo nuestro.
El primer museo que visitamos, tenia gran variedad de arte contemporáneo y moderno valiosísimo: Picasso, Bonet, Matisse, Dalí… artistas modernos latinoamericanos, el propio Botero (el mas famoso de aca, el de las figuras regordetas). Tratando de interpretar humildemente esa fiesta de figuras y formas nos pasamos como tres horas.
La biblioteca Luís Arango, es increíble por lo tomado que esta por la juventud, repleto.
Donde se encuentra música, libros, cine y sirve como lugar social mas que todo. Por supuesto se trata de otra escama de esta sociedad bogotana, los universitarios.
A la noche debutamos en el mundo de la salsa, por supuesto lejos de cómo lo bailan acá, porque estos colombianos hacen de los cuerpos uno, uno solito, como pez de aguas calidas, en movimiento, embrujo de sonidos, los cuerpos se conocen, se saludan, se comparten y empiezan a querer.
Nuestro Barrio de entonces se llamaba la candelaria, de antiguas casitas, calles angostas y muchos colores. Sin duda debe existir una legislación al respecto, lo mismo con la carteleria, que existe solo pequeñitos sobre las paredes, con el mismo diseño de letras en todos.
Cerca del palacio presidencial, cientos de comercios exhiben vestimenta y objetos militares a la venta, incluso los hay para niños, pequeños maniquíes sobre las veredas. Y en esta zona abundan los militares, en realidad por todos lados, por caminar por alguna de estas calles gubernamentales te revisan los bolsos y también en las rutas principales.
(pero hay que aceptar que no son milicos prepotentes, a veces hasta amables y la gente en general en Colombia lo es).

Ipiales y Cali, Colombia.







El 20 de Febrero amanecimos con un Quito tranquilo y mojado.
Partimos hacia Tulcán, en la frontera con Colombia. Allí hicimos los trámites correspondientes a migraciones y tomamos un taxi hasta Ipiales, ciudad colombiana agitada y desordenada.
Me llamo la atención que todos los negocios incluyendo restorán cerraran a las 19 hs.
A la mañana siguiente caminamos 7 km hacia un pueblo llamado Las Lajas. Allí se encuentra una imponente Iglesia de construcción neogótica, alzada sobre un caudaloso río entre2 montañas. Miles de fieles se congregan cada día para adorar y solicitar la ayuda de la Virgen de Lajas, cuya imagen se hizo presente en una gran roca que hoy esta en el altar de la Iglesia. Frente a la misma cae una gran cascada de unos 25 metros de altura que dan, junto a las palomas y las flores, un ambiente de paz.
De regreso a Ipiales conseguimos el primer dedo en Colombia, país de gente muy amigable y alegre, lo que nos llevo a pensar que seria fácil continuar viaje mediante el autostop… Error, estuvimos varias horas al costado del camino intentando que alguien nos lleve a la ciudad de Cali, y finalmente tuvimos que tomar nuevamente el colectivo.
En Colombia hay una fuerte presencia militar, sin embargo el control que realizan es nulo y parecen hacer solo acto de presencia.
El 22 de Febrero llegamos a Cali, la ciudad de la salsa y las bellas mujeres. En aire se mezclan la rumba con el aroma a café. Por las calles el calor se hace sentir, abundan los puestos de frutas y jugos, las plazas con palmeras y elbello color de su gente morena.Recorrimos los lugares históricos y artísticos, como el gato de Tejeda y el centro cultural y por la noche ingresamos a un salón de salsa, donde no pudimos mostrar nuestras habilidades por que no había ninguna señorita desocupada.

domingo, 25 de febrero de 2007

Ecuador




Guayaquil nos recibió en carnaval, la ciudad estaba medio vacía, todos se iban a otras zonas turísticas. Es peligroso… dejar una ventana abierta del bondi en esta época es peligroso, los muchachos son muy punteros con las bombuchas y en un par de cm de abertura hacen milagros, siempre encuentran un intersticio para bañarte. Igualmente el sol y el calor hacen el resto.
La ciudad tiene una organización parecida a nuestras capitales, la misma dualidad: A la salida tanto barrios privados como casas humildes. Adentro, en su corazón, zona del mercado donde nos refugiamos y la zona mas paqueta representada en el malecón 2000, un mini Puerto Madero que se reserva el derecho de entrada de alguien que ensucie el paisaje.
Ahora me pregunto quien paga estas construcciones y como es posible que estos mismos no puedan hacer uso de un supuesto espacio urbano si alguien lo decide.
La plaza central se cierra de noche, enrejada completamente a través de gigantes portones corredizos. La espesura de sus miles de árboles no tiene acceso en la oscuridad.
El comedor del sindicato de los trabajadores de la Guaya, nos permitió probar el chicharrón de Ecuador, trozos de chancho, en especial el cuero, acompañado de bananas fritas. En el lugar se juntan los grupos de muchachos a tomar alguna cervecita. Su correlativo en Las Varillas, seria un “varillense” o del “rojo” frente a la plaza.
El campo es una zona muy húmeda, bananeros por todos lados, debe ser como chorear choclos en Las Varillas. Las casitas livianitas, de madera, están hechas para una buena ventilación, abiertas y sin vidrios, el riesgo de inundaciones hace que se construyan sobre troncos de la zona. Muchas veces con puentes larguisimos cada una de ellas que las une a la ruta principal. Todo me parece muy inestable, acá a habido varios accidentes naturales por la corriente del niño, como al norte de Perú.
Lamentablemente acá es difícil hacer dedo, así que viajamos en bondi, de esta manera conocemos todo de manera superficial, solo las grandes ciudades, se extraña esos pueblitos de Argentina y Bolivia, donde se podía compartir mas con la gente, y ya sabemos como son las grandes ciudades…
A Quito llegamos el domingo 18 a la tarde, a la Terminal que esta en el mismo centro histórico. Recomendamos a viajeros el hotel de Don Telmo a media cuadra de la plaza de Santo Domingo de esmerada atención y económico.
Quito fue la primer ciudad patrimonio de la humanidad, menos mal, su centro histórico es hermoso. Se nota un gran trabajo urbanístico en busca de uniformidad. No existen las típicas cartelerias de colores, sino que todo negocio, museo, catedral, tienen un mismo tipo de letras, del mismo tamaño y color. Nada de extravagancias o querer sobresalir.
Aun así, existen varios crímenes a la ciudad, a los alrededores del casco histórico, con edificios en altura bien vidriados, oscuros, nulos, de geometría rebuscada sin sentido… deberían meter varios presos.
En Ecuador de feriado en Quito no quedo ni el loro, debe faltar ese tumulto propio de las capitales, y como tal es como un monstruito de mil caras y solo nos permitimos conocer un par de ellas.
El templo de la Compañía de Jesús, se destaca más que el resto, su interior es de textura dorada, una red, piel en claroscuro. Me senté un rato en misa, y me puse a pensar que “un templo verdadero no tiene religión. En él, el hombre esta en silencio con su alma y se convierte en su Dios y en su respuesta”. Me fui medio rápido, no sea cosa que me haga filósofo…

La ruta del sol hacia Ecuador.




El 11 de Febrero salimos en un bus hacia Ancon, primer pueblo a la salida de Lima rumbo al norte. Allí hay una balanza electrónica donde deben detenerse todos los vehículos. Hablamos con la policía y ellos nos consiguieron un colectivo a mitad de precio que nos dejo en Chimbote, principal puerto del país ubicado a 420 km de Lima y a solo 2 hs de Trujillo, hacia donde nos dirigimos en otro bus.
Paramos en un hostal que se asemejaba mucho a una cárcel. Allí nos encontramos con 2 francesas con las que presenciamos una pelea con cuchillos por desengaños, que se libro a solo 2 mts de nuestra mesa en un económico restorante. Recorrimos la plaza central, como lo hacemos siempre al llegar a un nuevo lugar, ya que las plazas, como dice el Capitán, son el espacio social de convocatoria mas usado por el pueblo, su sitio de manifestación y su cuna de descanso.
La mañana del 12 de Febrero la dedicamos a conocer las ruinas de Chan Chan. Estas ruinas pertenecen a la cultura Chimu, que se extendió por la costa norte del Perú en los años 800 a 1500 d.c. Chimu es un ciudad de adobe, la mas grande del mundo, que posee 28 mts cuadrados donde se pueden ver viviendas, cuyas paredes poseen una base de 1,50 mts y asciende disminuyendo de espesor para terminar con punta trunca. El viento, la lluvia y los saqueadores de tesoros, contribuyeron a que los dibujos que poseían sus paredes se borrasen.
Salimos de Chan Chan y nos fuimos a Huanchaco, un pueblito de pescadores ubicados a pocos km de Trujillo. Allí hay grandes playas y feroces olas. Se mezclan los surfistas con los pescadores que se suben a sus pequeñas canoas de totoras y barrenan las olas en ellas sin nada que envidiarles a las tablas.
El 13 de Febrero dejamos Trujillo para dirigirnos a Chiclayo en un camión. El camionero nos compro una bolsa de caña de azúcar a cada uno y nos dejo a 20 cuadras del centro de Chiclayo. Esta gran ciudad posee uno de los más impactantes mercados, donde se venden hasta las cosas más insólitas. No lo pudimos recorrer todo por que son mas de 7 cuadras, pero nos basto para comprarnos un nuevo calentador, platos y cubiertos, ya que estos fueron robados en La Paz.
Cerca de la ciudad, como a unos 40 km se encuentra Sipan, unas ruinas Moche que datan de los años 200 a.c al año 600 d.c.
El 14 de Febrero nos fuimos a Mancora, un pueblo que posee unas bellas playas de fina arena y altas olas que atraen a los surfistas durante todo el año, ya que posee una temperatura promedio de 25 ºc. Armamos nuestra carpa en la playa y pasamos 2 días de relax, dedicándonos solamente a leer e intentar barrenar las olas con el cuerpo.
El 16 de Febrero cruzamos la frontera y nos metimos en Ecuador, país tropical conocido por sus inmensos cultivos de bananas. A la noche llegamos a Guayaquil, ciudad que es la capital económica del país.

Lima



Ya de regreso en Cuzco nos dedicamos a dormir, por que hacia dos días que no dormíamos. A la noche salimos a recorrer toda la zona de bares, donde no solo entras gratis, sino que además te regalan la bebida, que suele ser ron o cuba libre.
El 9 de Febrero salimos rumbo a Lima en colectivo, donde obtuvimos un gran descuento por que éramos 5 los que viajábamos. Hacer dedo en Perú es muy difícil, por que además de haber pocos autos, no se acostumbra a recoger gente desconocida en la ruta.
Como verán los días que estuvimos en Cuzco fueron escasos debido a que esta bella ciudad piensa en dólares en toda época del año. Comenzó a temblar el bolsillo y decidimos continuar viaje dejando cosas pendientes por conocer, motivo mas que suficiente para regresar, algún día.
Durante el trayecto hacia Lima pasamos por Nazca, ciudad donde miles de años atrás vivieron los indios nazcas, tribu muy avanzada en sus conocimientos astronómicos y creadoras de una serie de líneas sobre el desierto “Líneas de Nazca” que forman figuras de diferentes animales con lo cual se cree daban nombre a las constelaciones o eran una alabanza a su dios para que lloviera. Por supuesto que no vi los dibujos ya que para ello hay que tomar una avioneta muy cara. Sin embargo si vi algunas líneas.
El siguiente lugar de interés en el camino a Lima es Ica, ciudad conocida por sus extensos viñedos donde se prepara el mejor pisco y por poseer inmensas dunas de arena donde todos los años se realiza el campeonato nacional de snoward.
Antes de llegar a Lima se nos apareció el Océano Pacifico, inmenso mundo de agua que contrastaba con el gigante desierto costero.
Lima nos recibió como toda gran urbe, humo, ruido, luces, edificios y un hormiguero de gente en sus calles.
Vimos el cambio de guardia, acto realizado todos los días a las 12 hs, y recorrimos algunos edificios históricos, como el hotel Bolívar, la Catedral, la plaza San Martín y la plaza de Armas. Caminamos por sus calles coloniales enmarcadas con antiguos balcones de madera, recorrimos ferias de libros y probamos el famoso pisco sahuer.
Un dato curioso es que en todo Perú, pero sobre todo en Lima, Leo Dan es un ídolo total. Su música se escucha en todos lados y es el artista que metió más gente en un estadio.
Completan el paisaje de esta gran ciudad sus taxis. Son destartalados farleans, chevis y otros barcos que no les conozco el nombre y andan echando cortinas de un denso humo negro, mientras cruzan las esquinas sin respetar las señales de transito.

sábado, 17 de febrero de 2007

6 y 7, hacia el machu pichu




El trayecto que haríamos de Cuzco a Machu Pichu por supuesto seria el mas económico, esto es ir en bus de la ciudad hacia un pueblito llamado Santa Maria, después a otro, Santa Teresa, y desde ahí a pata o camión hasta una hidroeléctrica y por las vías de tren caminar hasta Aguas Calientes (pueblo de Machu Pichu) y subir hasta las ruinas.
El martes 6 nos levantamos bien temprano, pero no fue suficiente, por que los pasajes estaban completos al horario de las 8.30 hs, así que aprovechamos para visitar museos hasta las 13.00 que era el otro bus.
En cuanto los museos esta repleto de los que se refieren a la escuela de pintura de Cuzco, al final los cuadros nos parecían todos iguales, el que si me gusto fue el de arte contemporáneo con unos cuadros impresionantes de artistas de toda Latinoamérica. El museo del Koricancha o Sto Domingo cobraban así que lo esquivamos.
El camino hasta Santa Maria esta repleto de curvas, el paisaje es muy bueno. A la llegada el pueblo (a la tardecita) nos reunimos todos los que teníamos el mismo destino, 3 portugueses (que te hablaban cualquier idioma sin el menor esfuerzo), 2 yanquis girls, un chileno y nosotros. Cenamos. A estos pueblitos les conviene que esta nueva ola de visitantes se quede el mayor tiempo posible consumiendo en él, así que hacen lo posible para alargar tu estadía. Decidimos en conjunto (también mucho por el empuje de los portugueses) salir enseguida hacia Santa teresa, hacer el trayecto de noche y poder visitar las ruinas temprano el miércoles. Alquilamos una combi que en dos horas nos deja en este segundo pueblo, ahí enseguida se te aparecen los muchachos, que te quieren hacer de guías, o que te quedes a dormir, o que comas algo, o que se yo… Al fin y al cabo cruzamos el caudaloso Río Urubamba en una orolla, que es como un canasto de acero que entran dos o tres, que corre en cuerdas que se van tirando manualmente, son unos 30 m de recorrido, con ayuda de guía local tras alguna propina.
Así, como 8 sombras en esa noche húmeda y calurosa emprendimos la caminata de 5 horas hasta Aguas Calientes, con la ropa bien pegadita a la piel. Mitad camino de tierra y mitad sobre las vías del tren, que tenían piedras sueltas que de a poquito te iban carcomiendo los pies. A un costado el Río y del otro las murallas… los cerros, a veces de poses ingravidas y desafiantes.
Destrozados llegamos a Aguas Calientes, a eso de las 4.30 hs de la mañana. Al rato compraríamos la entrada a las ruinas (60 pesos estudiante, si no 120). De esta manera solo las personas con recursos pueden conocer Machu Pichu, los demás parecen que no tienen derecho, la cultura se convierte en negocio, temita medio largo…
Para subir a las ruinas hay escaleras bien agotadoras, es muy humedo, si no se puede hacer en bus.
Todo valió la pena, es enorme, ¿Cómo en medio de esta naturaleza, tan accidentada lograron construirla? Piedras y altura protegiendo la ciudad. Autosuficiente, con terraplenes de cultivos, viviendas de distintos niveles, templos, baños de agua transparente, lugares de vigilancia con vistas impresionantes… piedras cortadas y puestas con presicion de la puta madre.

Cuzco, la ciudad de los Incas







La lluvia nos despertó esa mañana a orillas del lago Titicaca, en la Isla del Sol. Apenas cesaron las gotas desarmamos la carpa y salimos corriendo al puerto, donde el barco estaba a punto de zarpar rumbo a Copacabana. Viajamos en el techo del mismo y durante mas de la mitad del recorrido nos acompaño la lluvia que torno mágico el regreso.
En Copacabana tomamos un bus que nos dejo en la frontera con Perú, hicimos los trámites requeridos, nos cedieron 60 días y cruzamos caminando hasta llegar al primer pueblo peruano llamado Yunguyo a unos 3 km de la frontera.
Si no fuese por los trici-taxis que te acechan por donde estés, no te darías cuenta que estas en otro país.
Partimos rumbo a Puno en un colectivo ya que en Perú hacer dedo es igualo mas difícil que en Bolivia. En el trayecto un control aduanero detuvo a un pasajero del colectivo que llevaba un bolsa enorme de cocaína. El sujeto no ofreció resistencia.
Puno es una gran ciudad, principal puerto peruano del lago Titicaca. Posee una inmensa feria en sus calles donde hay lo que se busque.
De la Terminal caminamos hacia el puerto donde conseguimos un buen descuento para ir a conocer la Isla de los Uros. Estas islas están hechas de un “junco” llamado totora, que permiten que la isla flote.
Según dicen, los Uros comenzaron a vivir en estas islas para escapar a otras culturas dominantes de la época, como lo eran los Incas y posteriormente los Españoles. Dada la capacidad desplazamiento que poseen, pueden movilizarse por todo el lago. Además se encuentran, las conocidas mundialmente, balsas de totora, medio de movilidad que permite a los nativos llegar a la ciudad a comercializar sus productos, llevar a sus hijos al colegio, pescar , etc.
En la actualidad hay 35 islas, donde viven cerca de 1000 personas aproximadamente. Como toda cultura actual los Uros no pudieron resistir el avance tecnológico, poseen en los techos de sus chozas pantallas solares y como no una antena satelital para la infaltable tv.
Caminar sobre la isla es una agradable sensación, uno parece estar caminando sobre un fardo de alfalfa desarmado ( ¡¡¡que comparación mas gauchesca!!! ).
A la tarde tomamos un colectivo directo a Cuzco, a donde arribamos a las 5 am del siguiente día.
En la Terminal de Cuzco te acosan los hoteleros, los taxistas, los que venden pasajes de colectivos, los del quiosco y por supuesto, las empresas de turismo.
Conseguimos un hostal por 30 soles la doble con desayuno baño propio y lo más importante para este blogs, internet gratis.
Esa misma mañana salimos a conocer el centro de la ciudad, con su bellísima y tantas veces fotografiada Plaza de Armas, rodeada por dos imponentes Iglesias, la Catedral y la Compañía de Jesús, y donde todos los días a las 12 hs se realiza el cambio de guardia
Caminamos por sus angostas y empedradas calles, hasta toparnos con la famosa piedra de los doce ángulos, donde recibí 2 veces el reto de un guardia al tocarla, por que según él despertaba a los Dioses.
Si uno comienza a girar en circulo mirando hacia arriba comprenderá porque es tan bello Cuzco. Verdes y contorneados cerros encuadran esta histórica ciudad Inca, donde una vez el sol fue Dios.
A la noche festejamos nuestra llegada a Cuzco con un par de cervezas…solo un par.
Un nuevo día nos recibe con un sol que intentaba calentar el elido frío de tan alta ciudad. Compramos un boleto turístico, con el cual se pueden visitar 16 sitios, y salimos a conocer 4 de ellos.Para ello tomamos un bus que nos dejo a 8 km de Cuzco donde se encuentra Tambopata, también llamado el baño Inca, que es una ruina incaica hecha de piedra, donde se labraron un serie de canales por donde aun hoy discurre el agua. Caminamos hasta Puca Pucara, otro yacimiento arqueológico, el cual representa una especie de casilla de control o puesto de vigilancia en lo alto de un cerro.
Quenco, es una gran roca donde se cavaron túneles y santuarios, y en su cima yace una piedra de sacrificios y según dicen se puede ver la imagen de un águila, un puma y una llama (yo no los vi). Continuamos caminando hasta llegar al ultimo y más interesante yacimiento, Sacksayuman, una imponente ciudadela Inca que vista desde el aire forma la cabeza de un puma y Cuzco seria el cuerpo. Sus inmensas murallas que le permitieron por un tiempo detener el ataque español, están construidas por gigantescas piedras que pesan varias toneladas. En la ciudadela hay varias viviendas de diferentes tamaños y jerarquías. Frente a la ruina hay una gran roca llamada el Trono del Inca, y entre ambos se encuentra una gran plaza donde todos los años se realiza la fiesta conocida como Inti Raymi, para alabar al Dios Sol.

Fiesta de Santa Catalina en Copacabana.



El 31 de Enero partí hacia Copacabana, un pueblo muy pintoresco ubicado a orillas del lago Titicaca, “el lago navegable mas alto del mundo”. Luciano se quedo en La Paz, pero rápidamente encontré otro compañero de cuarto, un Colombiano que estaba un poco loco, lo único que quería hacer era tomar cervezas, vino, o cualquier otra cosa que tuviese alcohol...dure solo una noche y a la siguiente me cambie de hospedaje, consiguiendo uno mas barato (10 bs),con agua caliente y con una cama tamaño “gente normal”, por que la anterior era tamaño “cholita”, o sea que mis pies salían 30 cm fuera de la cama.
Para llegar a Copacabana uno debe tomarse un colectivito que se embarca en una rustica barca de madera para cruzar el lago Titicaca, y continuar un tramo mas por ruta hacia el pueblo. Al llegar, lo que mas me impacto, fue un inmenso cerro, bien cónico, con una cruz en su cima y el lago de fondo. Este cerro se llama El Calvario, es bastante alto y subirlo te lleva entre 30 min y 1 hs aproximadamente. Yo tarde casi 2 hs por que estaba con hojotas, lo cual no es muy recomendable ya que hay muchas piedras sueltas. La vista desde su cima es indescriptible, los barcos parecen de juguetes y el lago se transforma en un inmenso “moustro” con forma de mar, aunque conserva esa paz de domingo por la tarde.
Al llegar a la plaza central, me llamaron la atención 2 cosas. La primera fue su Iglesia, ya que posee un estilo árabe o algo así, con cúpulas cónicas cubiertas por azulejos y sus 4 esquinas poseen capillas que encuadran una galería abierta en el centro, (para mayor comprensión y detalles hay que consultar al capitán, ya que esto de la arquitectura me supera). Los autos adornados por todos lados con distintos tipos de flores fue el otro detalle que me asombro. Se trata de una bendición que se realiza todos los años, junto a la fiesta de Santa Catalina, donde se pide la protección del conductor y su vehículo.
Esa noche el pueblo estaba alborotado ya que al día siguiente comenzaba la Fiesta de Santa Catalina. En las calles se mezclaban lo artesanos regionales, con los “neohippie” argentinos y chilenos, y los lugareños que corrían de un lugar a otro armando las tarimas para poder ver el espectáculo de mascaras y bailes que se presentaría a las 14 hs del siguiente día.
Me levante temprano y me cambie de hospedaje. Me senté en una calle colonial con vista al lago, donde hay algunos vendedores ambulantes, y me puse a leer. Al rato llego Camila, una viajera Brasileña, que se puso a mi lado a vender artesanías, charlamos y almorzamos trucha en un sitio barato para artesanos (me tuve que hacer pasar por artesano),y me dio algunos contactos en Brasil par poder parar.
Caminado por la plaza me encontré con el luchi, que desplegó una gran alegría al verme, ya que en el hospedaje anterior le dijeron que yo ya me había ido a la Isla del Sol.
La Fiesta de Santa Catalina dura 3 días, el primer día es el mas lindo, vimos como se congregaron agrupaciones de todas partes en este pequeño pueblo a orillas del majestuoso lago. Los estilos de baile cambiaban al compás de la música, el calor se hacia sentir y mas de un bailarín se atrevió a quitar la mascara. Las representaciones de sus danzas hacen alusión a la colonización española, se la representa de una manera burlesca, exaltando los rasgos faciales de los colonizadores y ridiculizando sus movimientos y actitudes. También se representa la esclavitud, la alegría, la sensualidad de sus mujeres y muchas cosas mas.
El desfile se extendió hasta las 21 hs, pero la fiesta continuo toda la noche. El alcohol abundaba y se servían todo tipo de comidas. Nos contaron que algunos llegan a estar los 3 días sin dormir, bailando y tomando hasta caer sin fuerzas al suelo.

martes, 13 de febrero de 2007

Isla del sol, 2 de febrero



El viernes 2 de febrero salimos temprano hacia la isla del sol (10 bs a la parte sur) en Lancha plagada de gente de todos lados, unas dos horas y media de viaje con el lago Titicaca que nos da su bienvenida cruel y hermoso, con una lloviznita y frío que te hace recordar todos sus dioses fundadores.
Parece ser que por estar tierras nació el primer inca y no se como no se quedo a vivir con tremendas playitas. Consta de tres comunidades, la parte sur esta mas preparada para el turismo, mas infraestructura. En la del centro mucho no se preocupan por la infraestructura, pero si por cobrarte peaje cuando vas caminando, el que no pagamos ( el santi porque “no tenia plata” y yo “porque mi plata la tiene el santi”). Definitivamente caminamos tres horas por la isla hasta su parte norte, mas humilde pero con mejor playa donde se arman las carpas.
El agua es bien transparente y fría, donde habitan truchas y me sentí cobarde al no intentar pescarlas con el cacho de tanza y anzuelos que tenemos (a mi viejo: perdón), hubiera sido todo un logro.Unas 15 carpitas había en el lugar, con porteños, chilenos e ingleses (jugaron un partido y sinceramente no sabia quien quería que pierda). Los nenitos de la comunidad estaban sedientos de monedas, plata... plata... trataban de ayudarte en lo que sea contal de algunos bolivianos, sus manitos... en ves de jugar y aprender, hay cierta ironía que en este pequeño paraíso esto suceda.

sábado, 10 de febrero de 2007

INTERPRETACIÓN DE LOS LUGARES

En villa serrano, el interior del interior de Bolivia, baja de su ranchito Don Luciano viejito medio sordo para hablar con nosotros. El trata de imaginarse nuestro lugar, nuestro país, a partir de las cosas y actividades habituales del suyo... Así sus preguntas son sobre las siembras, si hay papas, maíz... sobre los animales, si sembramos con bueyes...
Nos pregunta sino tenemos que volver a nuestro pueblito a trabajar y si tenemos arma para defendernos.
De esta manera el crea una imagen de nuestra tierra y como vivimos.

La Paz, 30 y 31 de enero



La Paz nos recibió con lluvia, mucho caso no le hicimos y fuimos en busca del famoso alojamiento El Carretero, llegando cerca del mediodía. Se trata de un lugar muy parecido a la vecindad del chavo, tiene hasta el barril, en donde el personaje de chespirito se ahogaría porque es el desagüe del techo y donde se junta gente de todas partes. Entre los que conocimos el primer día se destaca Laura, de capital federal con quien fuimos a cenar a un bolichin de 3 Bs (1,20 $), con sopa, plato principal y tesito de coca riquísimo de postre. Parecía un bailongo con luces de colores, música muy melosa tipo cumbia y con pareja de cholos enamorados.
La ciudad es un bochinche eterno, el centro plagado de combis que gritan sobre su destino y taxis que te tocan bocina para que te subas o para que te corras. El mercado de las brujas
Presenta varios artículos típicos (tejidos y artesanías), dan ganas de dedicarle varios mates en los cordones de cada una de sus calles de piedra. Hay un museo muy bien presentado en una antigua casona colonial, gratis, que expone tejidos indígenas que llegan a tener hasta 18 siglos. Su ampliación moderna de mucho vidrio y transparencia, muestra monedas viejazas, cerámica indígena y trajes con muchas plumas (ojala estuvieras Kami conmigo para verlas).
El miércoles 31 amanecimos conociendo a dos cordobeses en el alojamiento, Santiago y Emiliano, (admiradores de Rayuela) uno de Jesús Maria, con quienes nos cagamos de risa un rato, antes de salir para Tihuanacu y el santi hacia Copacabana.
Para llegar a las ruinas subí hasta el cementerio y tome una “flota”, combi, de 10 bs. La entrada al complejo es de 80 bs (26 $) y el guía unos 10 bs en grupo lo cual vale la pena. Cierto escalofrió sentí al estar en este lugar que veía en las proyecciones de la cátedra de Historia, la pirámide ahora como un montículo en excavación, la Puerta del Sol, la plaza semisubterránea que contiene 170 cabezas (en piedra, tontos) que representa 170 grupos étnicos. Dentro del museo se expone la estela de benett o Pachamama, que no pude fotografiar pero hice unos lindos garabatos, de unos 7 m de alto que estaba en el Estadio de La Paz desgastándose. No entiendo mucho de excavaciones, pero me pareció que había piezas descuidadas y mucho que hacer y descubrir todavía (un poco de orden y poner huevo).
Hasta aquí llegaba el Titica, después hasta aquí la vegetación y los sembrados, luego la arena, la sed y el hambre. Aunque de verdugos distintos, los indígenas latinoamericanos están destinados a lo mismo.
A la vuelta hacia La Paz me baje en La Cejas, en el Alto, parte mas modesta de la ciudad. Esta Avenida parecía un hormiguero humano de los que volvían a casa y el mismo quibombo de las combis. Sin querer encontré un mirador tremendo hacia el centro, un lugarcito de rocas verdes en el cerro, única parte que se salva del hombrecito y sus precarias construcciones.
Díganle a la abuela Olga, que desapareció la Olla con la que me cocinaba milanesas, igual tome prestada de El Carretero una parecida.

Cochabamba, 28 y29 de ENERO.


Salimos el 28/01 a las 03:30 hs rumbo a Cochabamba, Yo con Nicolás y Luciano con Raúl, el esposo de la mama de Carolina. Debimos tomar la antigua ruta que tarda 10 hs, por que la ruta principal de 5 hs estaba intransitable dada la caída de un puente. Llovió muchísimo durante el viaje lo que produjo que diminuyésemos la marcha a 20 km/hs, circunstancia soportable gracias al bello paisaje.
Cochabamba es una gran ciudad, moderna y bien arreglada, con edificios y puentes, que reposa sobre las laderas de grandes y verdes cerros. Un cartel te da la bienvenida con la frase “ El lugar donde es primavera todo el año”, y un impactante Cristo te saluda al llegar con los brazos bien abiertos.
Almorzamos en un lugar de comidas típicas, donde dicen hacen la comida mas rica de toda Bolivia. No se si la mas rica pero la mas picante seguro, yo pedí un plato llamado “pique lobo” que te hace aullar como lobo de lo picante que es.
En casa de Elva, la mama de Augusto, nos hospedamos. Recorrimos a la noche la Plaza Colon, muy linda y ordenada, con una gran fuente iluminada el mejor estilo turinng (con las luces que ponen bajo los autos) y luego visitamos la Plaza de las Américas, donde una fuente de agua posee en el centro una luna de madera en cuarto creciente, que lleva talladas 3 caras mirando al cielo con una única cabellera trenzada. Esta obra, representa a las diferentes culturas Latinas, unidas en armonía y mutuo crecimiento ¿utopía o posible realidad?.
La mañana del 29 de Enero salimos caminado a subir el Cristo de la Concordia, la estatua de Jesucristo mas grande del mundo (incluso mas grande que el Corcovado en Río). Subimos los 1399 escalones que nos dejaron a 2800 msnm y en ruinas, pero valió la pena por la bella vista y por que nos ahorramos unos buenos pesos (el teleférico que te sube es una estafa). Lo que no imaginábamos es que esa tarde Fabián, el novio de la sobrina de Augusto, nos invitaría a jugar un partido de fútbol de salón, al cual no nos pudimos negar...dimos asco, no solo por que somos de madera sino por que además no corríamos nada del cansancio que teníamos.
Conocimos la Facultad San Simón, muy bien organizada, donde hay una fuerte movida política y la gran mayoría son tildados de Trosquistas.
A la noche Fabián nos invito a comer pizzas con cerveza,¡¡¡ que mas se puede pedir!!!, y luego visitamos un búnker de los mormones, construido para el supuesto “fin del mundo” en el año 2000. Este búnker tiene la particularidad de poseer en su cima un ángel de oro macizo valuado en millones de dólares...sin palabras.
Voy a contar como fue la trágica guerra civil que se desato, hace un mes atrás, en Cochabamba.
Los campesinos de los márgenes, principalmente de la zona del Chapare, y muchos enviados por el gobierno de Evo, desde la Paz (el lo niega) invadieron la ciudad pidiendo la renuncia del prefecto “Manfre”, con el fin de colocar en el poder a un integrante del “Mas” (el partido de Evo), ya que no logran conseguir los 2/3 que requieren para cambiar la constitución.
Los campesinos no se conformaron con un reclamo pacifico y comenzaron una serie de disturbios que concluyo con la destrucción de plazas y edificios municipales, entre ellos la prefectura, que termino en llamas. Al día siguiente el pueblo se junta en las calles y decide enfrentarse a los campesinos, que amenazaron en tomar las casas si no renunciaba Manfre. Así fue como se desata una violenta guerra, con machetes, palos, dinamita, cuchillos y armas de fuego, dando el saldo fatal de 2 victimas, una de cada bando.
Según me contaron, la victima campesina fallece de un disparo, pero la victima cochabambina fue golpeada con machetes, mientras cubría el cuerpo de su padre, un hombre mayor. Luego fue arrastrado y colgado del cuello en un árbol de una esquina importante de la ciudad. Quiero decir que los relatos comentados provienen de fuentes cochabambinas, por lo tanto no conozco la otra versión de los hechos. De todas formas, sea cual sea la otra versión, creo que con violencia no se llega a ninguna parte, y por lo visto los pueblos de América Latina, que hemos tenido nuestra dosis extra de violencia, aun no lo hemos entendido...¿ o acaso somos masoquistas?

lunes, 5 de febrero de 2007

Santa Cruz (22, 23, 24, 25, 26 y 27 de Enero)



Ya en casa de mis tíos, nos dedicamos a recuperar fuerzas, comimos a mas no poder, la exquisita comida de mi tía Marta, y nos metíamos en la pileta (Luciano se metía incluso cuando hacia un frío de no creer).
Entra las actividades que realizamos, adema de dormir comer y bañarnos en la pileta, se encuentran el vicioso juego de pocker que nos encontró todas las noches en la casa del famoso “Gringo”, un amigo de mi querido primo Pablo, donde pasábamos largas jornadas tratando de juntar plata fácil, cosa que no sucedió, aunque tampoco perdimos porque lo que Luciano ganaba yo lo perdía y así salíamos hechos.
Otra actividad fue la labor que nos encomendó Marta, al permitirnos lavar su auto y así juntar unos buenos pesos.
Silvina, mi prima, también nos dio trabajo al pedirnos que arreglemos su jardín, labor bien remunerada, aunque el trabajo que realizamos no quedo muy bien que digamos.
Augusto, mi tío, prácticamente no se encontraba en casa, por su arduo trabajo, sin embargo pudimos entablar una larga charla donde nuestros modos de ver las cosas chocaron un poco, pero rescato su insistencia y perseverancia en todas las cosas que el emprendió y emprende en su vida.
Un miércoles Pablo nos llevo a ver un partido de fútbol entre el Blooming vs. Stronger, lo que mas me llamo la atención es que los hinchas miran el partido sentados y solo se paran en el entretiempo para ir a comer, lo contrario que ocurre en Argentina. El nivel de juego de aquel encuentro dejo mucho que desear, perdiendo Blooming 2-0 y haciendo que los hinchas pidan la renuncia del técnico (esto si ocurre en Argentina).
Recorrimos un feria de ropa llamada “Barrio Lindo” en la que uno puede encontrar cualquier tipo de ropa, nosotros optamos por comprarnos ropa usada, si como leyeron ¡ropa usada!, nos compramos unas remera y pantalones a precios increíbles (2 remeras por 5 bs).
Gonzalo, un amigo de Pablo, y su familia, nos invito un rico almuerzo acompañado de una amena charla. También nos invito a comer Silvina y Javier, con quienes comimos comida mexicana, y no podía faltar la invitación de Marta y Augusto a comer un riquísimo asado (que conste que Bolivia también tiene rico asado, aunque no mejor que el de Argentina).
El último día salimos a bicicletear con Javier por un lugar llamado Colinas del Urubo, este sitio, alejado a solo 10 min de la gran Santa Cruz, es selva virgen con exuberante vegetación. Pedaleamos aproximadamente 1 hs y regresamos a armar los bolsos ya que al día siguiente partiríamos con Nicolás, sobrino de Augusto, y Carolina su esposa, hacia Cochabamba.
Quiero agradecer inmensamente el cariño y ayuda que nos brindaron en estos días, a Luciano y mí, toda la familia Valdivia, quienes pasaron a ser una parte crucial en este bello viaje que tanto ansiamos y planeamos. Les manda un saludo el Luchi y yo los quiero mucho…Gracias!!!.

domingo, 4 de febrero de 2007

La Ruta hacia la Higuera.



El 19 de enero salimos de Sucre con ansias de aventuras, el objetivo llegar a La Higuera, sitio donde murió Ernesto “Che” Guevara y continuar luego hacia Santa Cruz de la Sierra donde nos esperaban mis tíos y primos.
Temprano nos despedimos de nuestros compañeros de cuarto y caminamos unos 4 km hasta la salida de Sucre para hacer dedo. Así llego el primer dedo gratis en territorio Boliviano en una camionetita que funcionaba con gas de garrafa que nos dejo en Tarabuco.
Luego de dos horas de espera conseguimos un camión que nos llevo hacia Tomina. El camión estaba repleto de campesinos con sus frutas, muebles, bicicletas y demás elementos de trabajo como carretillas y palas. Por el camino se puede ver como algunos tenaces campesinos intentan hacer crecer sus verduras en la árida ladera de la montaña.
Al llegar a Tomina nos encontramos sin querer con una fiesta, la fiesta de San Marcos, la cual dura 15 días (del 15 al 30 de enero) y consiste en corridas de toros, bailes y mucha chicha, la cual se hallaba en el centro del campo de toreada, por lo tanto los ebrios toreros debían enlazar rápidamente al toro para poder beber (un toro joven que parecía no entender nada de lo que estaba ocurriendo, al igual que algunos toreros). Sin embargo había mas de un sediento que se mando a sacar la chicha sin asegurarse que el toro estuviese lo bastante lejos como para que no le clave los cuernos, por lo tanto pudimos ver más de una corrida desaforada para salvar su trasero. Los lugareños nos miraban con ojos desconcertados ya que no pasa ningún mochilero por esos lados, debido a la dificultad del camino y a la escasez de vehículos que lo transitan, nos convidaron chicha de maíz la cual sabe a anana fiz y querían que nos quedemos durante todos los festejos.
Salimos luego de disfrutar 2 hs de la fiesta en un camión hacia Padilla, donde dormimos en el Hospital tras presentarme como medico, una artimaña necesaria en esa fría noche.
El 20 de enero nos encontró yendo hacia Villa Serrano en una flota, por que nos habíamos cansado de esperar al costado del camino sin que pasase ningún vehiculo. Este pueblo vigilado por bellos cerros y surcado por un caudaloso rió nos recibió con la noticia que no saldría ningún vehiculo en todo el día. Pese a nuestra insistencia al costado del camino durante todo el día no conseguimos ningún transporte, por lo que tuvimos que hacer noche allí. Por suerte un señor, cuasi sordo por un tumor retro auricular, llamado Luciano, nos permitió armar nuestra carpa en una casa de adobe en construcción que pertenece a su hija.
Esa noche paso tranquila pero a la mañana del 21 desperté con una decena de picaduras que yo en un principio atribuí a mosquitos, hasta que el señor Luciano me dijo que eran pulgas, las que continuaron picándome el resto del día.
Logramos salir de Villa Serrano en una camioneta que nos dejo en un pueblito llamado Nuevo Mundo, donde se repetía la constante sorpresa de la gente ante estos seres extraños que cargaban inmensas mochilas. Allí un auto se detuvo y nos ofreció llevarnos hacia La Higuera y luego a Valle Grande por 120 bs, lo cual es mas que barato ya que el camino es muy sinuoso y todo este trayecto tarda en recorrerse mas de 7 hs.
Durante el camino debimos cruzar un río crecido llamado “el bañadito”, el cual tuvimos que cruzar caminando y el agua me llegaba a las rodillas. El conductor del auto la tenia bastante clara y quito las piedras del fondo del río para impedir inconvenientes y tapo la boca de entrada de aire del motor para que no le entre agua. El auto logro cruzar pero al salir estaba todo inundado y tuvimos que quitar el agua que llegaba hasta los tobillos.
El resto del camino hasta la Higuera duro 3 hs y fue muy dificultoso, el auto patinaba en las curvas de montana cuya tierra se transformaba en barro por el agua y algunos tramos eran de piedras puntiagudas que no permitían ir a más de 20 km\hs.
Llegamos a la Higuera, luego de cambiar una goma pinchada, un pueblito que consta con solo 200 habitantes y esta metido en la cima de un montana haciendo muy difícil su acceso. Mira hacia el Río Grande y sus habitantes viven del cultivo, cría de cabras y chancho y algo que pueden juntar de los turistas que llegan a la zona en busca de un Che que ya no esta.
En la Higuera, lugar donde en 1967 Ernesto “Che” Guevara apago sus ojos pero no sus lucha antiimperialista, queda un silencio ensordecedor, una nostalgia helada que punza hondo en el pecho, por que un gran hombre dejo allí no solo su vida sino también la de muchos Bolivianos que hoy sufren la opresión Norteamericana.
La estatua que allí yace muestra la cara mas conocida de Guevara junto a un altar en donde algunos se atreven a rezarle y otros dejan un habano encendido, para que en una ráfaga fugaz de viento una bocanada de humo le llegue al Che.
La escuelita donde murió, hoy ya no esta, en su lugar se construyo un museo, y la escuela se reemplazo por una más grande. Al lado del museo aun queda una casita de adobe de esa época que permite a uno reconstruir mentalmente esa el cuadro de 1967.
Hablamos con Miguel Cortez, que estuvo presente el día en que se produjo la captura de Guevara en la Quebrada de Churos, y nos dio su versión de los hechos en una detallada historia que demuestra haber sido contada varias veces.
Salimos rumbo a Valle Grande con 3 lugareños de La Higuera en el auto que nos espero hasta que terminamos de recorrer el pueblo. Ya en Valle grande tomamos rápidamente un colectivo que nos dejo, luego de 6 hs de viaje sentados en el corredor del colectivo, en Santa Cruz para arribar a las 24:30 hs en la casa de mis Tíos donde nos bañamos y me pude quitar las pulgas.

sábado, 27 de enero de 2007

Sucre


Hicimos un recorrido por el centro de Sucre, ciudad rica en historia, con gran variedad de museos y templos, no ingresamos a todos pero valió la pena conocer el referido a las distintas culturas indígenas de Bolivia, donde se destacan las distintas mascaras de los carnavales, muy variadas según la zona.
Se encuentra aquí la primer universidad de Sudamérica, la mas prestigiosa en su tiempo, donde estudiaron Moreno y Castelli, entre otros.
Todo esto motiva cierta condición cosmopolita, que en una primer impresión me hizo acordar a Córdoba, seguramente por la vieja universidad...
Hay mucha mas vegetación que en Potosí, sus cerros tienen plantaciones de pinos por todos lados, y sus plazas arreglos de flores de mil formas y céspedes que nunca pisaremos, rodeada de las principales instituciones se destaca el tono blanco en toda la ciudad.
Creció la compañía en el alojamiento, donde había seis camas aumento a siete, sumándose Gustavo Emilio y Ana de Quilmes, y Jiulic de Francia (estudia en Uruguay), con quienes se armaban rondas infernales de mate y éste ultimo hablaba español mejor que varios de nosotros. Esporádicamente se sumo Ernesto, músico de Lanus, que andaba chocho porque se iba a presentar por televisión.
La noche del miércoles 17 Lucila y Eugenia presentan su obra callejera en la peatonal teniendo a cargo nosotros la musicalizacion (solo teníamos que apretar un botón), estuvo muy buena entre risas y desconcierto.Se destaca el abandono de una de las mochilas por insuficiencia funcional y roturas, y la adquisición de una nueva de 80 lts que la conseguimos bastante barata

viernes, 26 de enero de 2007

15 y 16 de enero





El lunes 15 llegamos a Potosí, el nacimiento de esta ciudad fue a través de un campamento minero, sus mas antiguos asentamientos y construcciones, se encuentran organizados de forma espontánea. Esa mañana en busca de alojamiento me perdí de manera majestuosa...
Sumando a esto la altura de la ciudad.
Las señoras muy temprano esperan en las esquinas el camión de la basura, por dentro las edificaciones, su mayoría de dos plantas son una microciudad, con su trazado también libre (mejor dicho adaptado). Pienso que cada casa debe guardar algún tesoro, esos patiecitos andaluces con fuentes eran muy frecuentes... restos de un pasado poderoso...
Después de las 8 de la mañana aparecen los autos, en calles tan estrechas con veredas diminutas que a veces se extinguían, todo se visualizaba con bocinas, era un quibombo.
Es extraña y con muchas sorpresas esta ciudad cuando estamos acostumbrados a la cuadrícula y a las manzanas, nos encontramos a cada momento con algún templo lindísimo, después nos pusimos al tanto sobre el saqueo del que fue victima y de la importancia que tuvo históricamente por su cerro rico, que en esos días estaba nevado.
La iglesia de San francisco fue la primera que entramos y verdaderamente me causo impresión, tiene 4 siglos y una escala bastante grande, totalmente en piedra, algo medieval y de cúpulas bien altas. Entre otras se destaca la de San Lorenzo, que tiene unos detalles mestizos, las “indiatides”, que tanto se estudian en arquitectura...
Por fin nos instalamos en un alojamiento donde había varios “gauchos”, que nos salió 15 bs a cada uno, con ducha y todo. Frecuentábamos bastante las heladerías, ya que los helados salen unos 50 bs (20 centavos) y se fue repitiendo en toda la estadía por Bolivia...
La Universidad Tomas Frías estaba tomada, y colgaba crucificado uno de los muchachos que no peleaban por los altos salarios que cobraban en ella, a través de acomodos familiares u otros.
A la salida de Potosí, el cementerio, donde buscamos algún transporte hasta sucre, las casitas que trepan de la loma como saliendo de ella en busca de aire y sol. Una flota (colectivo) nos lleva por la mitad de precio (10 bs cada uno), el camino esta lleno de ranchitos de adobe bien dispersos, con cultivos en las montañas con inclinaciones a veces increíbles. El río Pilcomayo se vio desbordado en esos días, y según una campesina, había llevado algunos asentamientos.
El martes 16 a la tarde llegamos a Sucre, y salimos a entregar la carta al bar de La Recoleta, misión que habíamos tomado de la pareja que nos llevo de Humahuca a La Quiaca, pero la carta fue recibida fríamente, lejos quedaron nuestros sueños de alojamiento gratis, encima llovió con todo. La Recoleta es una plaza con arcos y piedras de mucha calidad, rodeada de iglesia, museos y artesanos. Bajo los arcos había un grupito de personas de varios países y calaña, ahí dos muchachitas bailaron chacarera, invitándonos a lo que por supuesto nos opusimos. Bajamos después al centro a un alojamiento barato recomendado por un malabarista porteño, alojamiento “El Turista” era el lugar, 15 bs cada uno, pieza compartida que aceptamos cuando nos dijeron de dos argentinas en ella, que resultaron ser las que bailaban folclore (lucila y eugenia).
Fuimos esa noche a un karaoke que nos intrigaba desde nuestras camas, donde Lucila la descosió bailando con los muchachos de la mesa de al lado, entre ellos Pablo, tatuador de Bs. As. a Sucre. Todos cantaron y me di el gusto de cantar “Confesión”.

jueves, 25 de enero de 2007

13 Y 14 de Enero, el eterno camion:




Temprano en la ruta esperamos el transporte que nos permita recorrer el ultimo trecho de la ruta 9 Argentina y llegar a la frontera con Bolivia. Solo 40 min de espera bastaron para que una camionetita nos diese el empujón final hacia La Quiaca, un pueblo que es sinónimo de lejanía en el dialecto popular Argentino.
La frontera que separa ambos países son solo 50 mts, donde a diferencia de la frontera este ( Positos-Yacuiba), aquí no se ven los hombres y mujeres cargando sobre sus lomos bolsas de 50 kg de un lado a otro por 20 centavos.
El tramite burocrático de migraciones fue sencillo, pero no pudimos conseguir los 90 días que pedimos y solo nos tuvimos que conformar con 30.
Al ingresar a Villazon (primer pueblo Boliviano) se llega, no solo a un nuevo Estado, además se esta cruzando una barrera cultural bien marcada, donde las reglas del juego cambian y uno no entiende como puede ser posible que solo 50 mts sumados a tramites y trabas burocráticas puedan separar culturas.
En Villazon su gente viste típicamente, las cholas con sus polleras largas y coloridas llevan a cuestas, en bellos mantos, a sus hijos que contemplan a los turistas desorientados. Abundan los puestitos callejeros donde se vende todo lo que uno busque, desde comida hasta repuestos de autos, cuyos precios también varían dependiendo de la cara del turista y su habilidad para el regateo. Se nota también la escasa higiene que caracteriza a Bolivia, no hay basureros y se suelen leerse carteles donde se multa a los lugareños si arrojan basura o hacen sus necesidades al aire libre.
El viajar a dedo gratis en Bolivia es todo un desafío, ya que aquí no hay muchos vehículos particulares y se acostumbra a cobrar por el tramo llevado. Tomamos la decisión de buscar un camión que nos cobre menos que el colectivo para ir hacia Potosí, y conseguimos uno por 40 bs c/u (el colectivo, aquí lo llaman flota, nos cobraba 90 bs c/u).
Partimos a las 18 hs en un camión que transportaba harina pensando que llegaríamos a Potosí a la mañana temprano como nos dijo el conductor, sin embargo nuestro viaje en camión paso de ser una aventura de 18 hs a ser una tortura de 32 hs. A las 23 hs nos encontrábamos en Tupiza y comenzó a llover, lo cual no seria problema sino fuese que íbamos a la intemperie sobre cientos de bolsas de harina, por suerte el chofer ( un personaje raro que no hablaba, paraba cuando quería y arrancaba sin avisar, casi nos deja) se detuvo a colocar un toldo para que no se mojen “las bolsas de harina”.
El camino estaba todo embarrado, por que es de tierra y los ríos cortan muchas veces el paso, lo que hizo que el chofer se detenga varias veces en la noche y no hayamos podido avanzar mas que 40 km en toda la noche.
El 14 de Enero nos encontró sobre la harina sin hornear y con mas hambre que el Chavo, sin haber avanzado ni un cuarto del trayecto. Por suerte el camión comenzó a ganar terreno, ya que la lluvia había cesado, y cuando parecía que llegaríamos esa tarde una avalancha de sucesos inesperados nos retrazo, el camión en el que veníamos rompió el balancín y no pudo continuar, por lo que tuvimos que cambiar de camión el cual rompió una correa que nos demoro un buen tiempo. Además esa tarde un gran rió nos demoro 4 hs, ya que los camioneros no se animaban a cruzarlo por que había un colectivo que hacia desde las 5 am que estaba allí enterrado hasta la mitad. Por suerte una maquina niveladora emparejo el camino y cruzamos. Llegamos a Potosí a la 1 am del 15 de Enero, y como era de noche y la ciudad es peligrosa, el chofer nos invito a quedarnos a dormir otra noche mas en un camión, por suerte este también era de harina y cómodo para dormir.
Lo que se rescata de esta aventura es que pudimos parar en cada poblado de esta dificultosa ruta, donde se puede ver a sus habitantes, que aun hablan quechua y no entienden nada de español, subir a los cerros a buscar sus cultivos y hojas de coca, también se los ve por el costado del camino recorriendo varios km para llegar de un poblado a otro. Esta gente, la mayoría analfabeta, vive de la cría de cabras, cerdos y de sus cultivos, donde se puede ver el predominio del maíz.
Para finalizar este escrito debo confesar que llevo 6 días sin bañarme, todo un record, por lo que la pagina en vez de llamarse patas sucias se debería llamar “b.... sucias”...jajaja!!!

martes, 23 de enero de 2007

11 y 12 de enero: Jujuy



El jueves 11 nos levantamos temprano para salir hacia la provincia de Jujuy, tomando mate en el 147 de Juanma... dicen las malas lenguas (como la de Pablo Arreguez) que San Salvador de Jujuy es un Barrio de Salta, yo no creo.
El paisaje es bastante verde en relación a lo que uno se imaginaba, pero se va agotando con la altura, los que se agotan y se apunan también son los autos que transpiran humo al rolete.
La primer parada “Purmamarca”, con su famoso cerro de los 7 colores, la vedette del lugar fotografiada de todos los ángulos, donde se congregan los turistas. Se mezclan las casas viejas con las nuevas y cada mirada es una postal en potencia. Hay un algarrobo de mil años, donde los indios Omaguacas y Calchaquíes hicieron el trato de luchar por su libertad y su copa tiene muy considerable diámetro, capas de albergar a muchos de estos alborotados.
El próximo Pueblo es Maimara, no tan turístico, donde se estaba dando una de las manifestaciones culturales que nos acompaño en todo el viaje: “el fúlbo”, ya sea en canchas de toda calaña o los once negros atrás de la pelota.
A eso de las 3 o 4 de la tarde llegamos a Tilcara donde nos quedaríamos. En este pueblo velaron los restos del Gral. Lavalle, luego descarnado mas al norte, hubo una obra de teatro sobre esto. La plaza llena de puestos de artesanía y de gente, y su noche tiene bastante reconocimiento y así lo comprobamos. Ya a la noche se van aproximando a las guitarras y al bongo, y las mas populares son en las que suenan las canciones populares (Carlos vives, rodrigo, cadillacs) y en este alboroto aparecen los cobanis que piden desocupar la plaza. Y allí todos como en una procesión quilombera se trasladan a otra plaza... al rato entre las piedras y saltando de los árboles la ley pide desocupar el lugar. Y otra vez los centenares de exiliados se van a la oscuridad del río para por fin quedarse.
Conocimos la peña carnavalera junto con dos amigas uruguayas, y luego cada uno a su alojamiento (el 147).
El viernes temprano salimos hacia Humahuaca, donde despedimos de nuestro amigo Juanma por todo lo que nos malcrió, acampamos en un patio que cobraban 3 pesos por cada uno. Su iglesia blanca es bastante agradable, junto al monumento del Inca con sus escalinatas y artesanos. Su río esta un poco seco junto a las vías del tren que ya no pasa, los dos se secaron...
A la noche hubo mucho folclore y del bueno con una banda de mujeres que sonaban bastante bien. Sus calles empedradas y angostas y a la salida los planes de vivienda, iguales en cualquier lado.

7,8,9 y 10 de Enero:




El 7 de Enero nos levantamos tarde y tuvimos que pagar el precio de nuestra pereza con una espera interminable en la ruta rumbo a Salta. La congestión de mochileros era abundante lo que nos llevo a cambiar de planes y decidir salir rumbo a Cachi por la ruta 40.
Hicimos dedo 30 min. hasta que una camionetita nos llevo hacia San Carlos, un pueblito que en su época de esplendor llego a ser la segunda ciudad mas grande de Salta, pero hoy solo muestra sus coloniales casas antiguas con esquineros aun en pie y una iglesia bien conservada. Aquí termina el asfalto y comienza el ripio, lo que hace que no pasen muchos autos, esto llevo a que en 5 hs solo viésemos pasar 2 autos y muchas hojas. El cansancio que llevábamos sumado a las ganas de llegar a Salta para encontrar a Juanma ( mi compañero y amigo de facultad), hizo que desistiéramos de la idea de ir a Cachi y buscáramos un taxi compartido rumbo Salta, que nos costo mas barato que un colectivo, mas rápido y nos dejo en la puerta de la casa de Juanma.
La ruta 68 nos regala un paisaje de fábula, donde las rocas rojizas forman figuras muy llamativas como los castillos, el sapo, el obelisco, el fraile y la famosa garganta del diablo.
Juanma y su familia nos recibió de la mejor manera posible, con pizzas y cerveza, lo que sumado a un buen baño termino por plancharme en la cama.
E l 8 de enero lo dedicamos a recorrer la capital Salteña, una ciudad que esta en actual renovación , sus calles se están llenando de faroles y sus autopistas están llegando a todas partes, posee un ritmo vertiginoso que no dista mucho de las otras grandes capitales provinciales del país, con un mundo de gente a mil por hora y sus colectivos humeantes y ruidosos.
Ala tarde recorrimos sus Iglesias y edificios coloniales, además fuimos a la Quebrada de San Lorenzo, una villa veraniega ubicada a 5 Km. de la capital donde abundan las mansiones de los ricos.
El día termino con una partida de ajedrez en la que me hallé victorioso frente a un gran jugador con el que siempre pierdo (Juanma la revancha tendrá que esperar).
En auto, con Juanma de conductor, salimos el 9 de enero rumbo a Cachi, antiguo poblado ubicado bien alto en las cumbres calchaquíes. El camino hacia Cachi no esta del todo asfaltado, hay un sector llamado la Cuesta del Obispo que es de tierra y bastante peligroso por los derrumbes de montaña y sus altos precipicios a los que mira. Luego de la cuesta de pasa por el Parque Nacional Los Cardones, donde abundan esta especie de “cactus”, que los lugareños saben usar para construir el techo de sus casas. De un clima subtropical, que nos acompaño hasta finalizar la cuesta, pasamos a un terreno árido y seco hasta llegar a Cachi, con no mas de 3000 hab., turístico por excelencia. Su plaza se encuentra enmarcada por un murallón de piedras de no mas de 50 cm, a la que se accede por 2 entradas formadas por 3 arcos de piedras cada una. Frente a ella se encuentra su Iglesia cuyo techo, al igual que el confesionario y el atril para leer el salmo, están hechos de cardon. Sus calles son de un empedrado hexagonal y sus veredas están a 50 cm del piso, lo que permite formar un buen canal de desagüe en días lluviosos o tras el deshielo de sus montañas ( El Nevado de Cachi a mas de 6000 msnm). Sus casa son bien coloniales con antiguos faroles y pintorescos esquineros de madera.
De regreso a Salta pasamos por Chicoana, tranquilo poblado donde su plaza posee, como puerta de entrada en cada esquina, tranqueras giratorias muy pesadas.
El 10 de enero fue de descanso y preparativos para la salida la día siguiente rumbo a Tilcara, pero también conocimos el monumento a Guemez y fotografiamos la ciudad desde la cima del cerro San Bernardo.
Quiero dejar un inmenso agradecimiento y afectivo saludo a Juanma y toda su familia, que nos brindaron todo su cariño y hospitalidad permitiéndonos así conocer su bella ciudad y recuperar fuerzas para continuar. Gracias!!!.

lunes, 15 de enero de 2007

6 de enero, conflicto por la tierra...






Decidimos partir temprano rumbo a Cafayate, para evitar la congestión de mochileros que hay en la zona. Esa mañana frente al museo de la Pachamama fuimos testigos de la realidad que viven los lugareños, el conflicto por la tierra. Un señor tosco, con machete en mano, limpiaba un terreno de no mas de 50 m2, cuando una mujer con sus hijos llego exaltada a reclamarle que se valla de sus tierras, la pelea verbal rápidamente paso a los golpes, la mujer frente a sus hijos fue golpeada brutalmente con el látigo y pateada en el suelo, gracias a Dios rápidamente llego un lugareño que paro al tipo y amenazo con matarlo, llegando a los pocos minutos la policía. Al parecer este problema se da en toda la zona del NOA, ya que esta tierra, que en tiempos no muy lejanos perteneció a los nativos indígenas y aun pertenece en pocos lugares, no posee papeles que legitimen al poseedor como dueño. Así, a medida que crece el turismo en la zona, crecen los problemas y se va perdiendo todo el patrimonio cultural.
Mi situación personal ante tal suceso fue de desorientación, ya que no sabia que hacer, y eso me dio pena…
En plena discusión se detiene nuestro auto, el cual se dirigía a las Ruinas de Quilmas, las que no pensábamos conocer por que quedan a mitad de camino y luego 5 km adentro, pero el chofer trabajaba en el yacimiento arqueológico y nos dejo en la entrada.
Las Ruinas de Quilmes, construidas por los indios Quilmes, son un pucara de resistencia que impidió por 150 años que los colonizadores Españoles tomaran el territorio, impidiendo así el dominio de gran cantidad de pueblos indígenas del lugar. Este yacimiento, que esta a medio excavar (solo se ve un 15 %), consiste en un sistema piramidal de viviendas, donde a medida que se asciende en la montaña, se van encontrando las casas de los indios de mayor rango, o sea un sistema piramidal monárquico.
Los conquistadores logran tomar Quilmes gracias a la traición de aldeas vecinas, que dan información sobre cursos de ríos y cultivos, aislando así a la población que finalmente se rinde. Como castigo se ordena la extradición de los casi 2000 indios hacia Bs. As, pero se los envió caminando por lo cual solo llegan 400, los cuales deciden acabar con sus vidas, no tener hijos y dar fin a su existencia como pueblo, para impedir que sus hijos vivan como esclavos humillados.
Salimos de las ruinas caminando hacia la ruta para dirigirnos hacia Cafayate. Una familia de Bs .As nos levanta y nos dice que antes se dirigen a Amaicha para conocer el museo de la Pachamama, así que volvimos. Nosotros no entramos al museo por que su valor era absurdo ($6 c/u) para ver algo que es patrimonio de todos y debería ser gratuito, pero esta familia insistió en pagarnos la entrada.
Luego de recorrer el museo salimos hacia Cafayate, tierra de vinos, con su mejor arma, el Torrontes. En este pueblo antes de decirte hola te enchufan la copa de vino, es muy gracioso ver por las calles a varios pasados de vuelta. Visitamos algunas bodegas y nos dimos el gusto de comprarnos una chicha de uva, muy rica y dulzona.
La Iglesia de Cafayate es muy particular ya que consta de 5 naves, de las cuales hay muy pocas construidas en el mundo, por lo tanto valió la pena conocerla.
Así finaliza un día mas de nuestras ajetreadas vidas..jajaja…