domingo, 25 de febrero de 2007

Lima



Ya de regreso en Cuzco nos dedicamos a dormir, por que hacia dos días que no dormíamos. A la noche salimos a recorrer toda la zona de bares, donde no solo entras gratis, sino que además te regalan la bebida, que suele ser ron o cuba libre.
El 9 de Febrero salimos rumbo a Lima en colectivo, donde obtuvimos un gran descuento por que éramos 5 los que viajábamos. Hacer dedo en Perú es muy difícil, por que además de haber pocos autos, no se acostumbra a recoger gente desconocida en la ruta.
Como verán los días que estuvimos en Cuzco fueron escasos debido a que esta bella ciudad piensa en dólares en toda época del año. Comenzó a temblar el bolsillo y decidimos continuar viaje dejando cosas pendientes por conocer, motivo mas que suficiente para regresar, algún día.
Durante el trayecto hacia Lima pasamos por Nazca, ciudad donde miles de años atrás vivieron los indios nazcas, tribu muy avanzada en sus conocimientos astronómicos y creadoras de una serie de líneas sobre el desierto “Líneas de Nazca” que forman figuras de diferentes animales con lo cual se cree daban nombre a las constelaciones o eran una alabanza a su dios para que lloviera. Por supuesto que no vi los dibujos ya que para ello hay que tomar una avioneta muy cara. Sin embargo si vi algunas líneas.
El siguiente lugar de interés en el camino a Lima es Ica, ciudad conocida por sus extensos viñedos donde se prepara el mejor pisco y por poseer inmensas dunas de arena donde todos los años se realiza el campeonato nacional de snoward.
Antes de llegar a Lima se nos apareció el Océano Pacifico, inmenso mundo de agua que contrastaba con el gigante desierto costero.
Lima nos recibió como toda gran urbe, humo, ruido, luces, edificios y un hormiguero de gente en sus calles.
Vimos el cambio de guardia, acto realizado todos los días a las 12 hs, y recorrimos algunos edificios históricos, como el hotel Bolívar, la Catedral, la plaza San Martín y la plaza de Armas. Caminamos por sus calles coloniales enmarcadas con antiguos balcones de madera, recorrimos ferias de libros y probamos el famoso pisco sahuer.
Un dato curioso es que en todo Perú, pero sobre todo en Lima, Leo Dan es un ídolo total. Su música se escucha en todos lados y es el artista que metió más gente en un estadio.
Completan el paisaje de esta gran ciudad sus taxis. Son destartalados farleans, chevis y otros barcos que no les conozco el nombre y andan echando cortinas de un denso humo negro, mientras cruzan las esquinas sin respetar las señales de transito.

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